El molino de viento de extracción de agua es el que se usa para extraer agua del subsuelo con la fuerza del viento.

En Mallorca, el aprovechamiento de la fuerza del viento para sacar agua se remonta a los años 1845-1850, cuando el ingeniero holandés Paul Bouvij dirigió los trabajos de desecación del Pla de Sant Jordi (Palma). Para facilitar estos trabajos se construyó el primer molino movido por la fuerza del viento.
Los primeros molinos diseñados y construidos para sacar agua son los denominados molinos de ramell, donde las veles se substituyen por unos listones de madera. El diseño y la construcción fueron obra de un carpintero de es Molinar, Damià Reixac. Los molinos de palas, los más conocidos, datan de la década de 1930.
En Mallorca, podemos encontrar molinos de viento de extracción de agua levantados mediante una torre de madera o hierro. En cambio, el 99% de los molinos con dicha función se levantan mediante una torre de obra. Las características, en lo que respecta a las dimensiones, sistema constructivo, materiales, etc. son diferentes según el municipio donde se ubican, y se debe tener en cuenta que estas construcciones realizadas a partir de la segunda mitad del siglo XIX son elementos de la arquitectura doméstica y, por tanto, utilizan los materiales y las técnicas más comunes de la zona.

En la actualidad, existen alrededor de 2.300 molinos de extracción de agua por toda Mallorca y los municipios de Campos, sa Pobla, Muro, ses Salines y Palma son aquellos que recogen un mayor número de estos ingenios.