Los dos molinos de cubo son de origen islámico y se documentan por primera vez en el año 1240. Se ubican a diferentes alturas en el acantilado que cierra la cala y el puerto de Banyalbufar. Ambos conforman un conjunto único dentro del sistema hidráulico tradicional de la localidad que consistía en una red de captaciones y distribución del agua (ma’jil).


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