Especie

Muy parecida a las palomas domésticas, la paloma brava es típica de acantilados, del litoral rocoso y de zonas montañosas con árboles próximos. Su coloración es gris con unas manchas metalizadas verdosas a los lados del cuello. La cola es larga y durante el vuelo la podemos identificar por la presencia de dos listas negras en las alas.

El canto de la paloma brava es muy parecido al de las palomas domésticas. De hecho, las domésticas derivan de esta especie. Cría en colonias, durante todo el año, aunque lo hacen preferiblemente en primavera y en verano.

El abandono de los cultivos de la zona ha hecho disminuir mucho la población en la costa norte, pero es abundante en el este de Mallorca y en Menorca. La especie silvestre está ausente en las Pitiusas y se extinguió en Cabrera.